viernes, enero 11, 2013
Obsolescencia idiomática
Una buena amiga, profesora de ciencias, me hablaba de los rostros de absoluto pasmo de sus alumnos mientras les explicaba las leyes del movimiento. El problema, esta vez, radicaba en una palabra: móvil, que lejos de ser un simple objeto que se desplaza era para los chavales exclusivamente un dispositivo de comunicación, que no tenía por qué ir a ninguna parte (salvo en compañía de su dueño).
Me vinieron a la cabeza algunas expresiones o giros idiomáticos que el progreso tecnológico convirtió en obsoletos --como tirar de la cadena, cuando la mayoría de los wáteres funcionan hace años con pulsadores. Los amigos de Verbalia, tan verbívoros ellos, ya se habían coscado, y los bautizaron con su acostumbrado tino como fósiles lingüísticos.
Aquí van algunos de uso común.
Fundirse (o saltar) los plomos.
Colgar el teléfono.
Echar el pestillo.
Encender la luz.
Aunque bien mirado, como suele decir otro amigo, la tecnología no siempre es el progreso.
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