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miércoles, noviembre 06, 2013

Spa (1)



Pocas sensaciones tan placenteras como sumergirse en el agua  de una gran piscina, entre el vaho mineralizado, y correr hacia  los chorros, a los jacuzzis vacíos y a las camas de burbujas acariciando  una media hora larga de pensamientos a la fuga, vaivenes lacios y sensaciones tibias.
  O pasar media hora envuelto en barro y plástico, como una enchilada de mole poblano, notando como se enfría y se cuartea sobre la piel, dejando vagar la mente de lo intrascendente a lo innecesario.
  Claro que nada mejor que lo que viene después, con la luz atenuada, los aceites de almendra y las manos sabias de una masajista.

  Todo lo bueno se acaba pero..¡esto sí que es un regalo de cumpleaños! 


© foto:  Brooklyn Museum Archives, Goodyear Archival Collection

3 comentarios:

  1. Mmmmmmmmm. Soa moi ben.

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  2. jeje llego tarde, pero felicidades MH ¡¡¡ :) Me alegro que te cuiden y te cuides ;)

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  3. Se hace lo que se puede, my friend:)

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