Claro que también es un lugar perfecto para meditar y tomar decisiones.
Si me respeta el Alzheimer, confío en que algún día sonreiré al recordar cómo y dónde decidí pedirle que se casara conmigo.
Si me respeta el Alzheimer, confío en que algún día sonreiré al recordar cómo y dónde decidí pedirle que se casara conmigo.
© foto: Brooklyn Museum Archives, Goodyear Archival Collection
Uy,uy,uy. ¡Qué bien!, ¿no? :)
ResponderEliminarHay cosas que nada ni nadie nos puede quitar....
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