Páginas

sábado, junio 06, 2020

Maldito cerebro


   Acabo de recuperar mi clase semanal de yoga con Herr Isquiones, un maestro en la mejor acepción de la palabra. Claro que, dadas las circunstancias, seguimos sus instrucciones a través de videoconferencia. Así que venga tadasana, y Adho Mukha Svanasana, y Virabhadrasana para arriba, y para abajo, hasta que acabamos sudando como pollos y relajados como bebés.
    ¿Pero saben lo que echo de menos?
    Ese asqueroso y penetrante olor a incienso, al que la señora Hache llama "anangarranga".
    ¡Qué cosas! ¿verdad?

 © foto:

No hay comentarios:

Publicar un comentario