Ellos
Te roban el sueño, asaltan a degüello tu preciado silencio, saquean un tiempo libre increíblemente menguante, podan tu libertad de movimientos a la escala del bonsai, siembran en tu ánimo inquietudes y miedos inimaginados, despiertan al policía que dormía en tu interior, erizan a la vez tu susceptibilidad y tu mal genio.
Pero también reabren para ti los pasadizos de la imaginación, te ablandan el corazón hasta volverlo de nuevo humano, reinventan la lógica aplastante, te devuelven la llave del arcón de los juguetes, dinamitan las fronteras de lo posible y te recuerdan a cada paso todo aquello a lo que jamás debemos renunciar: la caricia, la risa, la ilusión, la fantasía y el juego.
Son máquinas de generar vida. Inagotables. Agotadores. Súmamente recomendables.
Aún creen que se puede negociar con el ratón Pérez.
Pero también reabren para ti los pasadizos de la imaginación, te ablandan el corazón hasta volverlo de nuevo humano, reinventan la lógica aplastante, te devuelven la llave del arcón de los juguetes, dinamitan las fronteras de lo posible y te recuerdan a cada paso todo aquello a lo que jamás debemos renunciar: la caricia, la risa, la ilusión, la fantasía y el juego.
Son máquinas de generar vida. Inagotables. Agotadores. Súmamente recomendables.
Aún creen que se puede negociar con el ratón Pérez.
Etiquetas: Ellos, Sentimientos