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Sin palabras

¿Para qué?




© foto: Richard Avendon

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Angel González


Ha muerto Ángel González García. Y como mi cabeza no da para más, pensé por un rato que era otro Ángel González poeta que se fue hace siete aciagos años. Qué cosas. Y me vino a la cabeza un poema que leí hace tiempo y que, como las llaves que me dejé por ahí, no conseguía recordar dónde. Pero cuando lo vi, supe que era éste.



        Breves acotaciones para una biografía

           Cuando tengas dinero regálame un anillo,
           cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
           cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
           pero luego no digas que no sabes lo que haces.


           Haces haces de leña en las mañanas
           y se te vuelven flores en los brazos.
          Yo te sostengo asida por los pétalos,
          como te muevas te arrancaré el aroma.

          Pero ya te lo dije:
          cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
          se llama Ángel y conduce al llanto.





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Desde la barrera

 
 A veces toca asistir desde la distancia al terrible espectáculo de los amigos repitiendo errores que conoces bien.  Al otro lado de la barrera, contemplas desolado el sufrimiento, la rabia, el desánimo, y anticipas el dolor que te consta les espera a la vuelta de la esquina. Impotente, te limitas a lanzar gritos de ánimo que sabes que devorará el estruendo de la batalla.

    Es jodido no saber qué hacer para ayudar.


© foto (pasada a b/n): Jo Christian Oterhals

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