Tristeza
Mi mejor amiga está hecha pedazos.
El desamor la acosa por los cuatro costados y ella se aferra a las esquirlas de una esperanza que desprende el sabor inconfundible y amargo del engaño.
Ella sabe mejor que nadie lo que pasa, y yo sólo sé que el saberlo no la ayuda. Tampoco sé yo como ayudarla.
Sólo estar pendiente.
Escucharla y dejar que reboten en el aire las palabras.
Asegurarle que el tiempo seguirá corriendo, y vendrán día mejores.
Que tiene fuerzas de sobra para recomponerse.
Que no es culpa suya si el aire se estancó, porque ella abrió todas las puertas y ventanas.
Abrazarla gratis y porque sí.
Pero ella sabe que merece que la quiera y no entiende por qué él aún se niega a verlo.
© foto: Patricia Townsend
Mi mejor amiga no lee esto. Pero sabe que escribo para ella.
1 opinan
Tu mejor amiga tuvo suerte de tener un mejor amigo como tú. Me gusta tu blog. Un saludo.
Anónimo a las 5:54 p. m.Responde