<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d6937146\x26blogName\x3dIdeas+brillantes\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://ideasbrillantes.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://ideasbrillantes.blogspot.com/\x26vt\x3d-7417641204195255112', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

« Home | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next » | Next »

Dos patitos

   Dos patos se han instalado a vivir en mi mirador, entre los verdes carnosos de plectranthus thunbergii, las afiladas lanzas de la drácena marginata, el fulgor bético de epipremnum aureum y un puñado de plantas crasas sin nombre, de lantanas aún sin flor y de orquideas que ya nunca las darán.
Dicho en latín todo suena más exuberante, hasta mis modestas plantas del dinero, las drácenas que amarillean juiciosamente y el poto más a prueba de bombas que he conocido.
   Con todo, lo de los patos no me dirán que no es sorprendente.

© foto: Carol Romero

2 opinan

  • Cuando vivíamos en Ourense, en un par de ocasiones, encontramos en el balcón una vacaloura (creo que en español se llama ciervo volante). Vivíamos en un cuarto piso y hasta ahora nunca dejó de asombrarme que hubiesen llegado hasta allí. Debían de sentirse bien.

    Anonymous peke a las 7:40 p. m.       
  • Mis patos son un poco más literarios que reales. Aun así, se les va cogiendo cariño. También buscan su acomodo.

    Anonymous MH a las 10:40 a. m.       

Responde