Largo verano
Acaba un verano particularmente largo, en el mejor sentido de la palabra. El domingo echaron el cierre a la piscina, pero el tiempo aun invita al baño. El trabajo comienza a cobrar ritmo, tras un arranque perezoso. Aún saco todos los días la bici y pedaleo a la sombra fresca de los plátanos en la mañana y rascándole minutos a la luz al regreso. Mi hijo mayor volvió al insituto hace unos días, y el pequeño también. Yo cumplí otro año más que sumar a la cuenta sin celebraciones pero sin murrias.
Acabó un verano dichoso rodeado de agua por todas partes: ríos, canales, mares, lagos, tormentas y piscinas. Rodeado de amigos y de pájaros y de barcos y de adelfas y de buganvillas y de rosas. Un verano plácido, reparador, de lecturas lentas y siestas largas.
Acabó el verano, casi.
Uno menos.
© foto:Larry Johnson
Etiquetas: A nuestro alrededor, Lugares, Sentimientos
3 opinan
Tal y como lo cuentas, tuvo que ser un verano de lo más placentero, de esos que me gustan. :)
peke a las 7:51 p. m.Sip, no estuvo nada mal..:)
MH a las 9:01 p. m.Uno más! No me seas agüelo
Pola a las 1:03 p. m.Responde