Nueve meses
Una de las peores películas de Billy Wilder nos ha dejado una de las imagenes más famosas --un icono le llaman a eso-- de la historia del cine. The seven year itch (El picor de los siete años) era el título original de lo que aquí se tradujo como La tentación vive arriba. Les recuerdo, dadas las fechas, que Marylin tomó la costumbre de bajar al piso bajo por amor (al aire acondicionado).
El picor del título aludía al que atacaba a un marido recatado y amante --todos, mientras no se demuestre lo contrario-- al cruzar el umbral de los siete años de matrimonio. Bueno, eso y al cruzar Marilyn el umbral propiamente dicho. Pero de esos picores y números cabalísticos quizá escriba otro día.
Vengo observando que en esto de las bitácoras el picor aparece con cierta reiteración en torno a los nueve meses. Acaba de cerrar la suya la estupenda Miss Lula, aunque no sé si llegó al cumplir precisamente ese lapso. Hay mas casos, desde la Garota hasta la Teki, que tanto añora la Espia Jaio. El desaparecido Yogurtu fue ochomesino, pero le faltó poco. Supongo que no faltarán más ejemplos, y aunque quise encontrar datos de vida media de las bitácoras, no di con ellos.
Lo primero que se le viene a uno a la cabeza es la duración de un embarazo. Pero, si la bitácora es una gestación ¿qué nacerá de ese parto?
( afortunadamente, otras criaturas nacen: no se pierdan al Emilio de mi Tocayo. aunque no es que sea un bebé, precisamente).
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