Ideas pedantes
Estuve viendo la última de Woody Allen. Me encantó la intensidad de una historia con un par de giros sorprendentes, la aparente sencillez con que evoluciona, la reflexión sobre el azar y el lujo de la ambientación. Digan lo que digan, no le sobra ni un minuto.
Con todo, no pude evitar que se me escaparan algunas reflexiones pedantes. Cada uno --decía mi abuela-- como lo que es.
La peli nos enseña que:
a) hay gente que se empeña en reirse con Woody Allen, aunque lo que ve no tenga ni puta gracia;
b) el tenis es un deporte de contacto (al menos para algunos);
b) a Raskolnikov le hubiera ido mucho mejor si hubiera empezado las cosas por el principio;
c) Allen deja caer como al pasar las ideas con las que otros escriben un libro;
d) la policía inglesa usa navaja; la navaja de Occam, para ser más exacto.
Ah. Si no la han visto, ni se les ocurra pasarse por donde Trapo, que se la destripa.
Etiquetas: Culturas
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