Otros
Que otros se muestren cautos.
Otros más, si lo prefieren, que sólo se acuerden del dolor pasado.
Al que no quiera fiarse, ¿quién se atrevería a reprochárselo?
También comprendo a los que lamentan de que lo obvio deba ser noticia.
Pero yo hoy siento alegría. Una alegría honda y contagiosa.
Porque van a dejar de matar a los míos y podrán oirse de nuevo las palabras.
De momento, me agarro a eso.
Etiquetas: Políticas, Sentimientos
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