Regalos (2)
"A veces, algunas veces, -- cantaba Maria Ostiz-- el cantor tiene razón...".
"¡Por eso folla con él!" -- bramaba el coro de los borrachos.
No es que venga ni de lejos al caso, pero la locución adverbial "algunas veces", con la que iba a empezar este texto, indefectiblemente despierta esta asociación en alguna región de mi --ay-- ya renqueante memoria. O sea, que algunas veces la vida se empeña en concentrar sus chistes macabros en un corto lapso de tiempo, otras se muestra pródiga en regalos con igual desviación típica, y otras por fin combina alegrías y pesares en las dosis medias habituales. Hará como un mes tocó concentración de fules, pero esta semana han llovido, literalmente, los regalos. Les dejo una lista.
*Una antigua empleada me hizo llegar su recuerdo en forma de anuario;
*Mi Espía favorita, una nueva prueba de su amistad en formato PDF;
*Un viejo amigo me trajo de Sicilia un muestrario de fotos de Battaglia;
*Otro más joven, aromas del conde Grey de un viaje a Londres;
*Uxía, un ejemplar de sus Vidas exemplares.
*Mi hijo mayor (y el pequeño), una webcam pirateada de su Play.
*Bloglines, la noticia de la vuelta de un blogo demasiado tiempo parado.
*La Empresa la promesa de un juguete nuevo.
No crean que no ha habido marrones--y alguno muy doloroso-- pero por una vez los regalos ganaron por goleada. Y como soy un tipo agradecido, quería dejar constancia pública.
Casi se me olvida: Dosdedos me regaló este cártel de una quedada, y Nuala la amenaza de que vendrá.
"¡Por eso folla con él!" -- bramaba el coro de los borrachos.
No es que venga ni de lejos al caso, pero la locución adverbial "algunas veces", con la que iba a empezar este texto, indefectiblemente despierta esta asociación en alguna región de mi --ay-- ya renqueante memoria. O sea, que algunas veces la vida se empeña en concentrar sus chistes macabros en un corto lapso de tiempo, otras se muestra pródiga en regalos con igual desviación típica, y otras por fin combina alegrías y pesares en las dosis medias habituales. Hará como un mes tocó concentración de fules, pero esta semana han llovido, literalmente, los regalos. Les dejo una lista.
*Una antigua empleada me hizo llegar su recuerdo en forma de anuario;
*Mi Espía favorita, una nueva prueba de su amistad en formato PDF;
*Un viejo amigo me trajo de Sicilia un muestrario de fotos de Battaglia;
*Otro más joven, aromas del conde Grey de un viaje a Londres;
*Uxía, un ejemplar de sus Vidas exemplares.
*Mi hijo mayor (y el pequeño), una webcam pirateada de su Play.
*Bloglines, la noticia de la vuelta de un blogo demasiado tiempo parado.
*La Empresa la promesa de un juguete nuevo.
© foto: Letizia Battaglia
No crean que no ha habido marrones--y alguno muy doloroso-- pero por una vez los regalos ganaron por goleada. Y como soy un tipo agradecido, quería dejar constancia pública.
Casi se me olvida: Dosdedos me regaló este cártel de una quedada, y Nuala la amenaza de que vendrá.
Etiquetas: Sentimientos
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