Diversión
Hubo un tiempo en que me veía como un reporter freelance y un poco letraherido que redactaba sus notas --ácidas, ocurrentes, nostálgicas, instrospectivas o simplemente memas-- amparado en el silencio de la noche para una selecta cohorte de lectores secretos capaces de apreciar a la vez el cerdo agridulce de la verdad y el rollito de primavera de la amistad.
Con los años --y ya van casi tres-- he acabado sintiéndome uno de esos bohemios trasnochados de café antiguo, sentado frente el velador de mármol ante un vaso de agua, un ticket de papel y una taza vacía, al acecho de algún incauto contertulio de antaño que se deje pegar la hebra y gorronear un pitillo.
Con esto quiero decir que o me voy reinventando, o chapo esto y me abro otro garito bajo otra máscara, porque empiezo a aburrirme de mí mismo.
Etiquetas: Blogos, Introspecciones
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