Grandes inventos de la Humanidad
Cavilaba el otro día --o quizá lo leí hace tiempo en alguna parte-- que hay dos clases de inventos: aquellos que nos permiten hacer lo mismo que ya sabíamos de una forma más eficaz (y eficiente) y los que nos permiten hacer algo completamente nuevo. Digamos el fuera-borda y el globo aerostático.
De los primeros, se me ocurría que había a su vez dos clases: los que permiten hacer algo con las mismas partes del cuerpo y los que introducen formas de hacerlo con partes distintas. Llamemosle por ejemplo homotopos y heterótopos. La cocción de los alimentos o la bicicleta serían ejemplos de lo primero. En cuanto a los segundos, pensaba que son especialmente importantes los que permiten emplear para la misma tarea partes, digamos, menos nobles del cuerpo: hacer con los pies lo que sin ellos hacíamos con las manos, o con un dedo lo que antes requería dos brazos fuertes. La lavadora, por poner un caso, o el cubo de basura con pedal.
Claro que pensando ejemplos se me vino a la cabeza la excepción que confirmaría la regla. Sí, eso mismo: el mando a distancia.
Etiquetas: Ocurrencias, Reflexiones
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