Ocupado
Yo no quiero ni libre ni ocupado, ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad. Yo no quiero saber por qué lo hiciste; yo no quiero contigo ni sin ti. Eso cantaba Sabina (y cantaba aún mejor la Niña Pastori), y luego lo agarró un taxista para hacer un blog que ganó un premio, lo que me recuerda... Pero eso es otra historia.
El caso es que la editorial A Fortiori, después de sacar una hermosa colección de cuentos a favor de todas las familias, y un precioso libro-viaje de Bilbao con textos de Xabier DoCampo e ilustraciones de Xosé Cobas con uno de esos títulos que uno mataría por tener --Hoy voy a entrar en tu pasado-- sigue explorando en las fronteras donde el papel impreso no se distingue tanto del código html.
Allí, A fortiori y su editora y factotum han descubierto --ahí es nada-- un nuevo género: la literatura de evacuación.
No evasión, ni desde luego victoria, sino evacuación. No hace falta explicarlo; baste decir que el primer título de la serie se llama Ocupado I.Lecturas breves para el WC. Y les juro que funciona: yo lo tengo colgado del práctico cordel con el que se comercializa, y aprovecho para ponerme al día en curiosidades del mundo animal, prodigios de la ciencia y aforismos para todas las edades. A mi hijo mayor le encantó saber que la guerra más corta del mundo no pasó de los 38 minutos, pero el mayor se descojona con la traducción al inglés de "Tres brujas suizas miran tres relojes Swatch. ¿Cual de las brujas suizas mira cuál reloj Swatch". Yo tengo mis favoritos, pero se lo contaré en otra ocasión.
Y mientras esperamos a la edición del segundo libro de la serie (Ocupado Dos Palitos), me alegra infinito saber que el primero va por la segunda edición. Que aunque no es un trabalenguas, sí es una buena noticia.
Por cierto, y por si quiere tomarlo en cuenta, propongo uno de mis textos favoritos de esos que rulan por la red: mi variante cervecera de la autoayuda.
© foto: Fedewild
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