De impuestos y eso
Me tengo observado que cuando más introspectivo y huraño ando, menos lugar ocupan esas reflexiones en estas Ideas Brillantes, y más hablo de lo que otros escriben. De libros, sobre todo.
Supongo que un día de estos volveré a calzarme el impudor y a hablar de mi ombligo, ahora que parece menos atascado de pelusas. Mientras tanto, cambiaré un poco de tercio para tratar de un asunto tan apasionante como popular: los impuestos.
Y es que en estos días de ofertas, anuncios y espeluznos fiscales, me vienen a la cabeza tres cosas:
a) Una reforma fiscal urgente: cambiarle el nombre a la cosa, porque ¿a quién puede gustarla algo tan explícitamente impuesto?
b) Cuando no se hace pedagogía fiscal --y según ZP tan de izquierdas es subir los impuestos como bajarlos, según le sople el aire-- es difícil convencer a nadie de nada. Salvo de que uno está improvisando, claro.
c) Si yo fuera el PP, estaría frotándome las manos con la subida anunciada. No sólo me permite hacerle pupita el gobierno, sino que además me deja margen para, cuando yo mande ¡bajarlos! Eso sí que es un regalo, porque ya iba quedando poco margen.
Claro que en realidad todo es bastante más complicado. Aunque, para tranquilidad de mi amiga La Espía, parece que el IVA superreducido (¡un 4%, tócate los...!) aplicado a los libros no se tocará.
© foto: 8#X
Etiquetas: A nuestro alrededor, Políticas
2 opinan
jis, jis, jis, ¡menos mal, joío!
jaio a las 1:04 a. m.Besísimos
Un pelín explicones, infragudos y perimpuestos veo yo a los socialeros ultimamente....
Poldark a las 12:55 p. m.Será el optimismo..
Un saludo compai
Poldark
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