De patos y sapos
Uno sólo puede imaginar el escalofríos de Ike Eisenhower, comandante en jefe de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial, al recibir el abrazo del fiel aliado de Hitler y Mussolini.
Para que no vayamos a creer que en política todo es recibir sobres.
A menudo hay que tragarse sapos.
O abrazarlos.
1 opinan
La cara de satisfacción de Paco es todo un poema.
peke a las 11:57 a. m.Responde