Premoniciones
Leo una novela fascinante de Gore Vidal, que mezcla lo histórico con lo ficticio y la narración con el ensayo. La edad de oro presenta a algunos personajes fascinantes --como Harry Hopkins, a quien Oliver Stone dio mucho protagonismo en su documental--, permite compartir el pesimismo patricio de Vidal al contarnos cómo se fue al carajo la patria de los hombres libres, y dejarse envolver en una narración que avanza a saltos, sin que ninguno de ellos parezca tener la importancia que luego irá cobrando. También, como remate, el propio Vidal se cuela como personaje en su epílogo y nos acompaña a reflexionar sobre las consecuencias de la obsesión por la seguridad en los aeropuertos:
--Cada vez que vuelo está, cómo no, el problema de combatir el terrorismo. Para ello debes presentar documentos que acrediten tu identidad, además de una fotografía.
--No entiendo por qué echas tantas pestes.--Demasiado joven para recordar lo que había sido vivir en un país libre, Iris está totalmente acostumbrada a que la detengan y le pregunten por qué quiere volar, digamos, de Newark a a Filadelfia, una ruta reconocida como de alta seguridad que resulta irresistible para los árabes portadores de bombas decididos a destruir todo lo que hay de bueno en la faz de la tierra por el simple gozo de servir a Alá.
Nada llamativo, claro. Salvo que me molestaba un dato que me había quedado en la cabeza, y era el de la fecha de edición. Nueva York, Random House, 2000.
¿Cómo te quedas?
Etiquetas: A nuestro alrededor, Culturas, Historias, Políticas, Reflexiones
1 opinan
Ya ves como estamos ahora. Por cierto, rompí una muñeca, por eso no escribo mucho. Bicos.
peke a las 7:14 p. m.Responde