Mapa de la vida
Hay infinidad de contratiempos que pueden fastidiarte un día; hay unos cuantos problemas capaces de tenerte preocupado durante semanas o incluso meses. Pero sólo se me ocurren cuatro o cinco cosas que verdaderamente puedan joderte la vida. Tal vez no siempre, tal vez no a todo el mundo, pero sí a la mayoría de nosotros: una enfermedad paralizante, la muerte temprana de un hijo, las asechanzas de la locura, el desempleo prolongado, la experiencia del horror --la tortura, el asesinato, el miedo-- en carne propia.
De sobra sé que esa es una lista para habitantes integrados del primer mundo, y que es importante subrayar el pueden: no a todo el mundo, no siempre. Aún así, no creo que nos costase ponernos de acuerdo en el catálogo. Sin embargo, hoy me apetecía pensar más bien en las tres o cuatro cosas capaces de arreglar una vida. De darle sentido y de hacer que merezca, por encima de lo cotidiano, la pena.
La lista esta vez , ¡qué curioso!, es más difícil. Enamorarse es una de ellas; criar bien a un hijo también; probablemente salvar una vida. Pero de lo que estoy seguro es que algo como ésto puede perfectamente, digan lo que digan los hipócritas, arreglarte la existencia.
De sobra sé que esa es una lista para habitantes integrados del primer mundo, y que es importante subrayar el pueden: no a todo el mundo, no siempre. Aún así, no creo que nos costase ponernos de acuerdo en el catálogo. Sin embargo, hoy me apetecía pensar más bien en las tres o cuatro cosas capaces de arreglar una vida. De darle sentido y de hacer que merezca, por encima de lo cotidiano, la pena.
La lista esta vez , ¡qué curioso!, es más difícil. Enamorarse es una de ellas; criar bien a un hijo también; probablemente salvar una vida. Pero de lo que estoy seguro es que algo como ésto puede perfectamente, digan lo que digan los hipócritas, arreglarte la existencia.
Etiquetas: Introspecciones, Sentimientos
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