Incertidumbre
Sólo se me ocurren ideas-mate, en estos días de gris plomo y salpicaduras de lluvia. Tengo un par de proyectos en el telar y me cuesta lo indecible darles el primer empujón. Lo urgente se come de nuevo a lo que importa.
Pero de todas las ideas-mate, la que más me cuesta desanidar tiene que ver con ellos. Con su evidente nerviosismo, aunque como siempre se den la vez para sacarlo a relucir; la fragilidad del mayor, que en estos días encuentra excusa en cualquier nimiedad para echar a llorar. El enfurruñamiento permanente del pequeño, capaz de renunciar a lo más anhelado --la competición, la golosina-- por no dar a torcer el brazo, y de musitar un ¡me importa! que significa exactamente todo lo contrario.
Me muevo en el asedio cotidiano de la incertidumbre, entre el temor apenas disimulado a estar metiendo la pata de continuo, la angustia de ignorar las fronteras de su sufrimiento y la sospecha que aun así debería mostrarme sólo fuerte, sereno y cariñoso.
Sabía que el camino iba a ser largo. Duro. Incierto.
Empieza la cuesta arriba. Deséame suerte.
© foto: SacaSonrisas
Etiquetas: Ellos, Sentimientos
3 opinan
Te deseo suerte.
Xurri a las 9:29 p. m.(de verdad)
Aguante amigo.
Anónimo a las 9:17 a. m.Gracias. A ambos. Dos. :)
Anónimo a las 2:17 p. m.Responde