Cartas
Leo en el diario la carta de un eurodiputado, viejo socialista, defendiendo la Directiva de la vergüenza. Mejor dicho, justificando el haberla votado. Lo más obvio, el reconocimiento de que tuvo que pensar algo antes de tragarse el sapo. Lo más terrible: sólo un argumento --es por su bien-- que avale la afirmación central: es buena para la UE y sobre todo para los inmigrantes. En esas estamos.
Ya se ha aprobado. Ahora habrá que trabajar para derogarla.
Etiquetas: A nuestro alrededor, Políticas
3 opinan
Me pregunto cómo se las arregla ese "señor" con su almohada.
santero Delcolmo a las 8:42 p. m.Me sorprende que un partido de izquierdas, normalmente internacionalista, que suele estar a favor de que desaparezcan las naciones, las razas y que todo el mundo sea igual en una utopía fantástica vote una ley así.
Manolo a las 12:37 a. m.(¿Cómo era el slogan de la propaganda? ¿el nosequé de las civilizaciones? -- ¿no había en tiempos una colección de cromos que se llamaba así?)
También me sorprende porque sin un proletariado, los partidos de izquierdas no llegan a ninguna parte. Quizás se hayan dado cuenta en uno de esos "focus groups" que usan los publicistas de que el liberalismo y el libre movimiento de personas y capitales que apoyan está alienando a sus votantes tradicionales o algo.
Yo creo que será alguna de esas cosas tácticas para agarrarse a la silla.
Saludos
"...Dicho esto, respeto y seguiré respetando a los que opinan de otra manera"
Moratín 20 a las 6:42 p. m.Pues mira, ya tiene algo sobre mí, yo me siento incapaz de respetar a los que opinan como él.
Responde