Camps en la nevera

    Esto me lo envió por correo hace unos días un amiguito del alma. Aunque era en colores, y con un toque amateur que me lo llevó a imaginármelo abriendo una noche de acidez la nevera y, cual nuevo Arquímedes, exclamando:
    --¡Coño!

(en vez del eureka original).
    Pero luego comprobé que no. Que la foto llevaba unos días rulando por ahí. Y la idea, aún más.
     Debí haberlo sospechado: mi amiguito del alma no es consumidor de sandía. No en estas fechas.
    Sólo que ahora me he enredado tratando de pensar cómo se podrá averiguar (google mediante) quien fue el primero en colgar la foto. ¿Sugerencias?

© foto:

Echados a perder

Leo en casa de la Espía una estupenda reflexión sobre la juventud de nuestros días. Y de los suyos de ellos.

    Y algo parecido podría hacerse con lo de la caída del nivel de la educación.
    Contemplando a mi padre en sus años de mayor edad despotricar de todo (o casi) lo que antes había defendido con igual pasión, no podía dejar de pensar (amargamente, imagino) que a medida que se nos empieza a ir la vida al carajo tendemos a pensar que lo que se va al carajo es el mundo. Supongo que es la respuesta (vana) al hecho de que lo que se va al mentado carajo es nuestro mundo.
Lo malo es el ruido que hacen.

© foto: Colección Casas-Rodríguez, 2009

Más adverbios

    
Perfectamente es un adverbio de...... calidad.

Les digo yo que este niño promete.

© foto: Left Hand