Mercantilización
Algún genio del marketing ha decidido que a los viajeros, pasajeros o hasta usuarios del metro de Madrid había que tratarnos con más deferencia. No, no es que vayan a bajar el precio del inexistente metrobús: siete céntimos de ahorro en cada billete de un euro. Supongo que ésto es en lo que piensan Aguirre y Gallardón cuando se habla del 0,7%; vamos, más cerca de 0 que de 7.
No, el detalle es que desde hace un tiempo se dirigen a nosotros --desde la megafonía y paneles, e imagino que en la literatura interna de la empresa-- como "señores clientes". Personalmente, prefería cuando era pasajero, o incluso viajero (como sigo siendo en Renfe).
Pero son los tiempos de hegemonía del mercado que corren. Imagino que a no tardar los profesores acabaran llamando clientes a sus alumnos, los médicos a sus pacientes y hasta, sí, hasta los funcionarios de prisiones a los reclusos (o internos, otro cojonudo eufemismo).
Ya les digo, son los tiempos que corren.
Pero a mí me tienen hasta los cojones los putos tiempos.
© foto: Auggie Tolosa
Etiquetas: A nuestro alrededor, Palabras, Políticas
2 opinan
Bueno, no es novedad que en psiquiatría (o era psicología? ¿o las dos? ays qué cabeza) a los pacientes se les llame clientes, creo que por un tema de que la palabra paciente tiene una connotación de enfermedad, ya sabes... aunque a mi me horroriza bastante más el término mercantilista clientes... ¡paciencia!
Pola a las 7:04 p. m.Si la paciencia cotizara en bolsa sería un hombre rico.
MH a las 8:11 a. m.Bueno, no, en realidad estaría arruinado. ;)
Bueno, ya sabes lo que quiero decir. :)
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