Despertares
El día empezó tendido en una camilla, con una joven desconocida que me restregaba el cuerpo, y de tanto en tanto me rogaba que la obsequiara con extrañas contorsiones.
Y no, no era un sueño.
Era fisioterapia. Para el lumbago que me tiene doblado hace dos semanas...
© foto: LordColus
Etiquetas: Introspecciones, Reflexiones, Sentimientos
2 opinan
Pobrete. Paciencia. Y deja que te cuiden.
peke a las 8:32 p. m.Nada, nada, dale la espalda al lumbago
Anónimo a las 8:57 p. m.Lo siento, tengo el día guasón.
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