Admiración
Me gustan tanto los delirios bilingües de Andreu que siento tentaciones de callármelo, para que sigan siendo un secreto de iniciados. El ingenio de Andreu es una rara joya, no siempre fácil de apreciar. En parte porque Andreu es un tipo adusto, que huye de los elogios y de las reciprocidades que tanto funcionan en las bitácoras. En parte porque su humor introspectivo, cenizo y sarcástico nos obliga a reirnos de nosotros mismos antes de carcajearnos del mundo. Nada que envidiar a Woody Allen (al menos en los chistes de una linea. Si aún no lo conoces, no te lo pierdas. Pero no montes tampoco demasiado ruido, no vaya a convertirse en un fenómeno de masas y se nos eche a perder.
Para muestra, un botón:
Los ignorantes ignoran hasta su propia ignorancia, y los sabios se pasan el día repitiendo que "yo sólo sé que no sé nada". O sea, que para qué preguntar si nadie tiene ni puta idea
© Robert Capa
Post-scriptum: Hay en la naturaleza otras cosas admirables. No todas van a apelar al intelecto.
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