Hogar
Estrenar una casa es algo más que cambiar las llaves en el llavero, pegar una etiqueta en un buzón, despertarse imaginando estores para un mirador, pelearse con los cables de las lámparas o negociar con cada cuadro la pared adecuada. Estrenar una casa, como hago yo estos días, significa dar con el rincón de leer el periódico los domingos de pereza, comprobar con sorpresa la puesta de sol se va desplazando a la izquierda al final del verano, arropar a un niño ya grande con movimientos nuevos, descubrir las tres formas de atravesar el umbral, explorar los ecos de las caricias...
El caso es que llevo ya viviendo unas semanas aquí, y aún no consigo hacerme con ella.
Así que mientras la casa se decide a estrenarme, he pensado que lo mejor es abrirla para otros. Y aunque no les haya invitado a la fiesta, sepan que aquí hay habitación de invitados.
© foto: | spoon |
Etiquetas: Introspecciones, Lugares
2 opinan
Es una relación complicada,
burma a las 9:57 a. m.como la de cualquier amante,
con sus más y sus menos,
con tiempo.
^___ ^
En efecto, es una relación complicada y lenta. Suerte.
peke a las 11:49 a. m.Responde