Versos rectos
Como mal lector de poesía, agradezco infinito que me regalen versos . No es la primera vez que lo hace mi Tocayo, que debe leer muchos, con el que comparto --creo-- alguna sensibilidad, y algunas amigas. Pero éstos los dejó medio escondidos bajo otros centenares en la sección de comentarios de Siloam, y me gustaron tanto que pensé que había que sacarlos a primera plana. Esta modesta primera plana, quiero decir.
Te perdono el montón de palabras
que has soplado en mi oído desde que te conozco
Te perdono tus fotos y tus gatos, tus comidas afuera,
cervezas y cigarros, es más,
te perdono andar como tú andas, tus zapatos de nube,
tus dientes y tu pelo
Te perdono los cientos de razones, los miles de problemas, en fin, te perdono no amarme...
Lo que no te perdono es haberme besado con tanta alevosía
(Tengo testigos: un perro, la madrugada, el frío),
y eso sí que no te lo perdono,
pues si te lo perdono...¡seguro que lo olvido!
Etiquetas: Culturas
0 opinan
Responde