La carretera
Termino de leer La carretera, de Cormac McCarthy, empujado por el entusiasmo del camarada Ike y de otros Don Nadies. El caso es que el libro atrapa y estremece en su sencillez: un hombre sin nombre, un niño que es su hijo --lo imagino con diez años, pero podrían ser menos o más-- y una carretera sin coches. El resto no lo cuento para no estropeárselo.
Aunque me tropezaba con el inglés varias veces en cada página --en la biblioteca sólo quedaba disponible el ejemplar en V.O.--, he disfrutado mucho estremeciéndome con esta historia. Tengo, no obstante, dos peros. Uno va con el final, así que no diré mucho más. El otro, y creo que tiene que ver, es que no tengo claro si he leido una estupenda novela, o una estupenda novela de género. Ya sé que a muchos les parecerá una distinción pedante --¿dónde he leído algo sobre la pedantocracia?--, pero para mí tiene sentido. Me encantan muchos géneros, la ciencia-ficción el que más, pero entiendo que la Literatura sólo entra en el género cuando lo pone patas arriba.
Con The road reconozco que aún no lo tengo claro. Y cuando me siento tentado de echarle la culpa al inglés --a mi insuficiente inglés-- recuerdo que a Coetze también lo leí en original, y sí que supe lo que tenía entre manos. Y ese final... no sé. Cuando lo decida se lo cuento.
Por cierto, que ayer en El País había al menos tres textos dedicados a la traducción: uno largo de Umberto Eco, otra mención en el artículos de Javier Marías y un hermoso artículo dedicado a Marta Rebón --la traductora de Vasili Grossman-- o tal vez a Elvira Lindo a propósito de Marta Rebón. Pero el caso es que yo sé de alguien que se habrá alegrado de que los verdaderos hombres y mujeres invisibles del libro reciban algo de atención.
© foto: HighWayGirl67
Etiquetas: Culturas, Reflexiones
2 opinan
Disgrace si te pareció "de género"?
Anónimo a las 12:31 p. m.Y si la respuesta es SI... de que género?
¿Y por qué?
Ya te digo que estoy dudando... y seguramente no podría decirlo con certea, porque la línea que separa la literatura con L de la de la l es fina, y a veces puramente subjetiva.
MH a las 1:21 p. m.Ahora, si fuera de género, la almacenaría en eso que se llama Fantástico o tal vez Ciencia-Ficción, que suelen andar parejos.
De hecho, en algunas cosas --la desolación, sobre todo-- me recordaba a Ursula K. LeGuin, The left hand of darkness (será que también la leí en inglés).
En todo caso, probablemente sea una discusión puramente pedante.
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