Hablemos de tíos
Como dije, simultaneo los Harry Potters --ya voy por el cuarto, la verdad es que se despachan pronto-- con un sesudo tratado de psicología social titulado Meanings of life. Y aunque ambas lecturas me han dado pie a alguna entrada para este blogo, no quisiera convertirme en un mero comentarista de textos, así que aprovecho el guante que deja por ahí tirado Pola para hablar de tíos.
La mayoría no lo sabe, pero mi primer escarceo en esto de los blogos fue un proyecto nonato para una bitácora a cuatro manos llamada Neurona azul/neurona rosa, que llegó a existir y todo. La idea era dedicar una mirada minuciosa pero socarrona a las múltiples divergencias entre los comportamientos de los XX y las XY, especialmente en sus manifestaciones en la vida cotidiana: actitudes ante la televisión, formas de ducharse o estilos conversacionales, por poner tres ejemplos. El caso es que también abrigaba la intención de emplearlo como terapia para mi amiga B. --la inventora de la terminología-- que entonces no atravesaba su mejor momento. Aunque el final el que acabó enganchado en la blogoterapia fue un servidor.
Ella está mucho mejor, gracias. El proyecto, en cambio, nunca llegó a cuajar, y miren que lo lamento.
Pensaba en estas cosas el domingo pasado, cuando decidí agarrar la trenka y salir a caminar bajo la nevada en El Retiro: un paseo muy recomendable, por cierto. Lo que me llamó la atención es que de la gente que me cruzaba --no mucha, la verdad--, la gran mayoría de los que, como yo, paseaban en solitario, eran varones. Las mujeres que vi o bien estaban acompañadas (pareja, hijos, grupos de amigos) o bien corrían en chándal bajo la nieve. Pero el paseo gratuito y solitario parecía cosa de hombres.¿Será por algo?
Aunque no sé si es a esto a lo que se refería Pola cuando decía de hablar de tíos.
© foto: ElTercero
Etiquetas: Blogos, Reflexiones
5 opinan
la próxima vez que hablamos de tíos podías ilustrarlo con una foto de, no sé ¿Brad Pitt? :P
Anónimo a las 1:13 p. m.Como siempre, poco tengo que aportar al post, (yo comento por vicio) porque entre otras cosas, no se me ocurre qué le puede pasar por la cabeza a alguien que sale a correr por el parque bajo la nieve, sea mujer u hombre. Yo preferiría, mil veces antes, el paseo, a pesar de que el unico "meaning of life" que recuerdo, ya sabes, es el de los Monty python
Ermm... yo es que sólo corro si está a punto de cerrar el estanco, así que no sabría qué decir, MH.
Nuala a las 3:15 a. m.Debo tener alguna hormona masculina, porque yo he dado muchos paseos solitarios de esos.
Atención al matiz: HE DADO.
Que las otras hormonas las tengo bien puestas y han decidido que casi mejor me acompañan.
:D
Nuala, tu comentario en el post anterior me ha arrancado una carcajada XDDD
Anónimo a las 11:33 a. m.Aclaro que me refería a calabazas explícitas, de frente, insoslayables. Sobre las calabazas implícitas que me han dado... ni te cuento :)
MH, sinceramente, que los hombres tiendan a más paseos solitarios que las mujeres, no es que sea muy, muy, muy interesante. Venga hombre, seguro que tienes observaciones sobre divergencias hombre-mujer mucho más "sucosas", ¿verdad? ;)
Pues discrepo. Aquí hai muchísimas mujeres que dan paseos en solitario y de todas las edades. Será que el mar inspira tranquilidad.
Anónimo a las 12:50 p. m.Venga, vale, ya sé que no estoy muy fino...pero de verdad que últimamente no doy más de mí, así que no le pidamos peras al olmo, Blanca.
MH a las 12:46 p. m.Con decirte que estoy preparando una entrada sobre la religión en Harry Potter. ;)
Responde