Destinatarios
Ahora que ya hemos votado, y a sabiendas de que corro el riesgo de ser tachado de ex-marxista-leninista actualmente cojeando del pie derecho (aunque yo me consideré más bien engelsista, pero supongo que son matices que no vienen al caso), me atreveré a hacer un par de consideraciones sobre los mensajes de los políticos tras el asesinato de Isaías Carrasco.
Personalmente, me gustó mucho el de Mariano Rajoy: en castellano claro y contundente, breve, decirles a los asesinos que serán derrotados. Un poco demasiado disfrazado del presidente de gobierno que ya no llegará a ser, pero estupendo en fondo y forma.
Con el mismo fondo, pero formas más ampulosas y largas, Zapatero estuvo correcto. O bien, si lo prefieren. Pero es que tengo debilidad por el discurso escueto y lacónico. Espartano, si me lo permite Nu.
En cambio, me desasosegó mucho el de la otra gran ceja de la política española: el lehendakari Ibarretxe. Muy duro en los tonos, insultante incluso con los asesinos...sin embargo, les interpeló, les instó a dejar de mancillar el nombre de Euskadi, les tuteó incluso. Y no pude evitar la desagradable impresión de que mientras los demás hablaban para los asesinados, él hablaba con los asesinos.
Etiquetas: A nuestro alrededor, Políticas
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