Medios, mentiras y cintas de video
En estos días en que la prensa "seria" publica titulares como:
Y la más combativa, directamente cosas así:
En estos días en que los políticos astutos aprovechan para montar shows con helicópteros, sabiendo que a los telediarios les encantará.
En estos días en que muchos miembros del M15M se sienten tentando de echar la culpa al mensajero de algunas malas noticias, y algunos errores propios.
En estos días, digo, quizá sea oportuno recordar tres o cuatro cosas:
a) Los medios, sobre todo los grandes medios, son tan partícipes del sistema político como los grandes partidos: juegan al mismo juego, aunque en distintas posiciones sobre la cancha, se necesitan mutuamente, obtienen de los partidos concesiones administrativas imprescindibles para la marcha del negocio (licencias de emisión, publicidad insitucional, etc.) y a cambio ofrecen su apoyo en momentos y asuntos clave. Los periodistas, todos, deben desenvolverse en este contexto, respetando los intereses de los dueños de los medios. Los periodistas, todos, lo saben, empezando por los más honestos y los más críticos (que, como suele ocurrir, acaban en posiciones marginales de sus propios medios).
b) Además de esto, los medios tienen sus objetivos propios, y sus propias reglas: vender períodicos u obtener audiencias. Por eso, un movimiento como el M15M fue recibido con alegría: una noticia vistosa, de calado, colorida y nueva. ¡Genial! El problema es que empezaron a encontrarse con cosas que les gustaban menos: denuncia de los propios medios, inexistencia de portavoces o cabezas visibles, y sobre todo...una noticia cuyo ciclo vital se agotaba. De ahí que cualquier nueva deriva que genere imágenes espectaculares (helicópteros, policías con porras o políticos increpados) vaya a recibir una atenció mediática mucho mayor que otras, más importantes (asambleas pacíficas en barrios y pueblos, discusiones tediosas, propuestas transformadoras difíciles de explicar), pero que no producen imágenes de impacto o titulares.
c) Dicho ésto, los miembros del M15M deberían tenerlo muy presente, y actuar con especial cuidado para evitar alimentar esas tendencias; ya he dicho antes que el cerco a las instituciones democráticas me parece una mala idea (incluso un error de cierta gravedad), y lo es entre otras razones porque alimenta un tratamiento mediático criminalizador del M15M. Aunque no es la razón principal, es un dato a tener en cuenta. Asi pues, deberíamos extremar el cuidado para no caer en provocaciones que alimenten los telediarios con imágenes negativas del movimiento, y ser muy conscientes del poder de esos medios. Como a los grandes partidos, no les interesa nada que esto cambie.
d) Y, sin embargo, no deberíamos seguir echando la culpa al mensajero de los errores propios: no cabe esperar de los grandes medios, ni de los grandes partidos, que se comporten de forma leal y neutral con un movimiento que aspira a limitar su poder. Pero tampoco debe echársele a otros la culpa de los propios errores del movimiento. Cuando los haya (e insisto que a mi me parece que esto del cerco a las instituciones es un error), el movimiento debería tratar de detectarlos con rapidez, rectificar cuanto antes,reconocer las propias responsabilidades y aprender para el futuro.
Nos jugamos mucho, y los enemigos del movimiento son muchos, poderosos e inteligentes. Afortunadamente, nosotros lo somos más.
(¿CONTINUARÁ?)
© foto: Santi Ochoa
Etiquetas: M15M, Políticas, Reflexiones
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